Sandra, ingeniera ambiental y profesora de 26 años, desapareció el 17 de febrero en las afueras de la ciudad de Cali (departamento de Valle del Cauca), en la zona en la que tomaría transporte para dirigirse a la localidad de Palmira a dictar una clase en la Universidad Nacional. Su documento de identidad y celular fueron encontrados dos días después cerca de donde desapareció.

Sandra estaba vinculada a la lucha por el agua, a la protección de cuencas y humedales, por ejemplo. También se había estado dedicando a defender la participación equitativa de comunidades locales en el uso y manejo de sus recursos genéticos, contra procesos de apoderamiento de esos bienes por parte de actores externos. En el último tiempo Sandra estaba brindada también a su formación espiritual.

En la charla con Radio Mundo Real, Dumar Cuéllar enmarcó varias veces su lucha en un complejo mucho más vasto de personas y organizaciones sociales que reclaman memoria y justicia en un país con decenas de miles de desaparecidos. El padre de Sandra dijo tener “esperanza” de que su hija aparezca y dio un mensaje sin rencores a los “captores” para que eso sea posible.

Con motivo de cumplirse seis meses de la desaparición de Sandra, personas muy cercanas a la ambientalista circularon la semana pasada información relativa al caso. Se hizo además una reunión en la Galería de la Memoria de Cali en la que personas y colectivos que luchan por verdad, memoria y justicia coordinaron acciones de cara al 30 de agosto, Día Internacional del Detenido Desaparecido.

“En este país hay un acumulado de unas 57 000 desapariciones. Es un problema ya grave y se trata de visibilizarlo (...), para que se de solución o al menos se detenga esto lamentable”, dijo Dumar.

El padre de Sandra manifestó que el apoyo en general y el acercamiento de la gente todos los días para saber del caso de su hija es lo que le da fuerza para seguir con su búsqueda, “más que la acción legal de las autoridades del país que marcha en forma lenta”. Dumar se muestra bastante decepcionado por el trabajo estatal en la búsqueda de Sandra. “Es muy poco lo que se logra”, dijo. Las autoridades “sí han hecho su trabajo pero no se atreven a tener una hipótesis definida que conlleve a concretar algún culpable. En este momento no existe ningún tipo de información para que se aventuren a judicializar el caso”, agregó.

De todas formas, Dumar contó que la Organización de Estados Americanos dictó medidas cautelares sobre el caso de Sandra, para que el estado colombiano haga todo lo que esté a su alcance para proteger a la activista e investigar el caso.

Dumar estima que es factible que la desaparición de su hija haya sido una acción para frenar su lucha por causas ambientales y sociales. “Aventurándome un poco, pienso que por la función social que Sandra ha liderado tanto a nivel de nuestra ciudad como de la nación, sí puede haber intereses tanto gremiales como estatales para producir el hecho”, señaló.

A la hora de recordar a las organizaciones que más se han solidarizado por la desaparición de Sandra y han trabajado en su búsqueda, Dumar prefirió mencionar en términos generales a los “gremios, los corteros de caña, (grupos del) campo indígena y de derechos humanos”.

El padre de Sandra no pierde la esperanza de que “esto tenga un desenlace feliz”. “También motivamos a los captores para que Sandra de algún modo llegue a nuestro entorno, sin ningún tipo de retaliación”, finalizó Dumar.

Foto: http://www.valledelcauca.gov.co