10 de diciembre de 2010 | Noticias | Justicia climática y energía | COP 16
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Previo a la culminación de la Cumbre sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (COP 16), el movimiento internacional de base La Vía Campesina emitió su declaración final, con la que cerró las movilizaciones y acciones que llevó a cabo en la ciudad mexicana de Cancún para exigir justicia ambiental y respeto a la Madre Tierra.
La Vía Campesina había comenzado sus movilizaciones el 28 de noviembre, con tres caravanas que partieron desde San Luis Potosí, Guadalajara y Acapulco, en lo que fue un esfuerzo en conjunto con la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, el Movimiento de Liberación Nacional y el Sindicato Mexicano de Electricistas. A éstas luego se sumaron otras caravanas -una de Chiapas, otra de Oaxaca y una de Guatemala-, que finalmente llegaron conjuntamente a Cancún en la noche del 3 de diciembre. Al día siguiente, se inauguró el Foro Global por la Vida, la Justicia Social y Ambiental.
Desde ese momento, el movimiento llevó adelante varias actividades, foros y movilizaciones, marcando un importante mojón en la del 7 de diciembre, donde miles marcharon por las calles de Cancún hacia el sitio donde se celebraban las negociaciones oficiales de Naciones Unidas; esta marcha fue repetida en más de 37 países, en el marco de la convocatoria a realizar “miles de Cancún” que efectuó el movimiento campesino.
“Los actuales modelos de consumo, producción y comercio han causado una destrucción medio ambiental de la cual los pueblos indígenas, campesinos y campesinas somos las principales victimas. Así que nuestra movilización hacia Cancún y en Cancún, es para decirle a los pueblos del mundo que necesitamos un cambio de paradigma de desarrollo y economía”, señala La Vía Campesina en su comunicado, y agrega: “Hay que trascender el pensamiento antropocéntrico. Hay que reconstituir la cosmovisión de nuestros pueblos, que se basa en el pensamiento holístico de la relación con el cosmos, la Madre Tierra, el aire, el agua y todos los seres vivientes. El ser humano no es dueño de la naturaleza, sino que es parte de todo lo que tiene vida”.
Por ello, en el comunicado se denuncia que los gobiernos continúan indiferentes frente al cambio climático, debatiendo sobre el negocio financiero especulativo, la nueva economía verde y la privatización de los bienes comunes en vez de sobre cómo solucionarlo, a la vez que las falsas soluciones como la iniciativa REDD+ (Reducción de emisiones por deforestación y degradación), los MDL (Mecanismos de Desarrollo Limpio), la energía nuclear y la geoingeniería, se presentan como una peligrosa amenaza.
La Vía Campesina también denuncia “la imposición de la agricultura industrial, a través de la implementación de productos transgénicos y acaparamiento de tierras que atentan contra la soberanía alimentaria”, y pone énfasis en la exclusión tanto de campesinos como de pueblos originarios de las discusiones sobre estos temas, así como también denuncia “la expulsión de compañeros y compañeras del espacio oficial de la COP 16 por su oposición a los planteamientos de los gobiernos que apelan por un sistema depredador que apuesta por exterminar a la Madre Tierra y a la humanidad”.
Finalmente, el movimiento recrimina al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional y a la Organización Mundial de Comercio por “facilitar la intervención de las grandes transnacionales” en los países, así como también denuncia los impactos que ocasionan los tratados de libre comercio con los países del Norte y con la Unión Europea, a los que califica como “acuerdos comerciales que abren más las puertas de nuestros países a las empresas transnacionales para que se adueñen de nuestros bienes naturales”.
Por otra parte, el movimiento reclama como verdadera solución a la soberanía alimentaria, llama a reconstruir la relación con la Madre Tierra que se establece en la cosmovisión de los pueblos originarios, y exige retomar los pactos establecidos en el marco del Acuerdo de los Pueblos celebrado en la ciudad boliviana de Cochabamba en abril de este año.
Asimismo, en su comunicado La Vía Campesina llama a “asumir la responsabilidad colectiva con la Madre Tierra, cambiando los patrones de desarrollo de las estructuras económicas y desapareciendo a las empresas transnacionales”, a la vez que reconoce a gobiernos como el de Bolivia y Tuvalu, porque “han tenido la valentía de resistirse ante la imposición de los gobiernos del Norte y de las corporaciones transnacionales”, y hace “un llamado para que otros gobiernos se sumen a la resistencia de los pueblos frente a la crisis climática”.
El movimiento llama además a detener la contaminación y a juzgar a los responsables de delitos ambientales, y pide a los movimientos y a las organizaciones sociales que se sumen a la defensa de la Madre Tierra, mientras demanda que las políticas de protección a la biodiversidad, soberanía alimentaria, manejo y administración del agua “se basen en las experiencias y participación plena de las propias comunidades”.
Por último, La Vía Campesina reclama que se realice una consulta mundial a los pueblos para decidir las políticas y las acciones globales para detener la crisis climática.
“¡Hoy!, Ahora mismo llamamos a la humanidad para actuar inmediatamente por la reconstitución de la vida de toda la madre naturaleza, recurriendo a la aplicación del ’cosmovivir’”, indica el movimiento en su comunicado, y añade: “Por eso, desde las cuatro esquinas del planeta nos levantamos para decir: ¡No más daño a nuestra Madre Tierra! ¡No más destrucción al planeta!. ¡No más desalojos de nuestros territorios! ¡No más muerte a los hijos e hijas de la Madre Tierra! ¡No más criminalización de nuestras luchas! No al entendimiento de Copenhague. Sí a los principios de Cochabamba”.
Foto: Radio Mundo Real
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