Entre otras cosas, Atz explicó cómo se viene trabajando en materia de promoción de la agroecología, así como también junto a las comunidades afectadas por los impactos del cambio climático, en este caso a través del Movimiento de Víctimas, Afectados y Afectadas por el Cambio Climático (MOVIAC).

“Esto tiene una causa, lo importante es determinar quién provoca el cambio climático y quién sufre las consecuencias”, sintetizó en un pasaje de la entrevista.

La integrante de CEIBA - Amigos de la Tierra Guatemala dijo que en la cumbre de Río+20 las organizaciones intentarán denunciar las consecuencias negativas de las propuestas de “economía verde” y otras falsas soluciones, y que en contrapartida tratarán de colocar en la agenda temas como la agroecología, la soberanía alimentaria y los efectos del Cambio Climático sobre la realidad.

“Hay soluciones reales, pero los pasíes que provocaron el cambio climático no las quieren asumir”, continuó.

Luego habló del avance de los megaproyectos y las industrias extractivas en Guatemala, un fenómeno que comenzó a darse en el país tras la apertura económica de 1996, cuando se firmaron los acuerdos de paz. “Hay una lucha entre la vida y el negocio. Entre usar el agua para cultivo y consumo humano, o entregársela a las transnacionales, sobre todo europeas, que se apropian de ríos y bosques, y acaparan tierras”, reflexionó.

Puso como ejemplo que en Santa Cruz Barillas, donde rige el Estado de Sitio desde el 1º de mayo, el conflicto se inició cuando las comunidades rechazaron una represa hidroeléctrica en una consulta comunitaria. “La empresa no respeta esa decisión y eso provocó que comenzara un período muy conflictivo en la zona. La comunidad se enfrenta a estas situaciones a raíz de los megaproyectos”, planteó.

Según Atz, en estos días se ha conocido fundamentalmente la posición de las autoridades, pero no tanto la versión de los campesinos, que “recién ahora están empezando a denunciar lo que significa el Estado de Sitio”.