La caravana, que partió desde la norteña ciudad de Piura, se dirigió a la capital de la provincia de Huancabamba, pasando luego por el distrito de Carmen de la Frontera, el complejo de las Lagunas de las Huaringas, el distrito de Pacaipampa, la Comunidad Campesina de Yanta, la ciudad de Ayabaca, el distrito de Montero, para emprender posteriormente el retorno a la ciudad de Piura.

Está organizada por la Federación Provincial de Comunidades Campesinas de Ayabaca (Feprocca) y por el Comité de Rondas de Hualcy. Forma parte de la "Campaña de Zonas Libres de Minería”, que promueven desde el año pasado el Frente por el Desarrollo Sostenible de la Frontera Norte de Perú (FDSFNP), Muqui – Rede Propuesta y Acción (CooperAcción) y el Comité Académico Técnico de Asesoría a Problemas Ambientales (Catapa).

Según difundió la Agencia de Noticias Biodiversidad, con la caravana se busca "promover la preservación de áreas naturales y evitar la generación de conflictos socio-ambientales provocados por la imposición de actividades mineras dentro de territorios comunitarios”. Por ello, está previsto que los participantes de la movilización entren en contacto con las comunidades campesinas que visitarán en el trayecto, conociendo de primera mano las estrategias de resistencia que desarrollan frente al modelo que se les intenta imponer.

Con la campaña en la que se inscribe la caravana se busca dirigir la atención tanto de la sociedad peruana como de las autoridades del país sobre los impactos que genera la minería en las provincias de Ayabaca, Huancabamba, Jaén y San Ignacio, ya que el 25% de los territorios de dichas provincias del Norte peruano están adjudicados a empresas de explotación minera.

Asimismo en Perú 20 millones de hectáreas, alrededor de un 16% del territorio, está ocupado por concesiones mineras, señaló el economista José de Echave, de la Red Muqui, según consignó la agencia Púlsar. “Este crecimiento se ha dado con un marco legal muy favorable para las inversiones y cada vez ha ido creando situaciones mucho más favorables para las empresas y mucho más desfavorables para las comunidades”, agregó.

En la zona en la que se está realizando la caravana, la mayor de las luchas se está dando contra el proyecto “Río Blanco” (Minera Majaz), una iniciativa que ha sido asociada con graves violaciones a los derechos humanos, que incluyen muertes y denuncias por secuestro y tortura de opositores al proyecto. A su vez, según recoge Biodiversidad, en una consulta comunitaria llevada a cabo en 2007, el 97% de las poblaciones locales expresaron estar en contra de la actividad minera en la región.

Los organizadores de las movilizaciones comprendidas en la "Campaña de Zonas Libres de Minería” llaman la atención a su vez sobre los riesgos que la actividad minera representa para el suministro de agua de las comunidades, ya que contamina sus principales fuentes de abastecimiento del recurso.

Imagen: http://foronacionaldelospueblos.wordpress.com