Un ejemplo de esa posibilidad de articulación fue la jornada organizada por la Plataforma de Acuerdos Público – Comunitarios de las Américas (PAPC), junto a otras redes como el Reclaming Public Water; el Trasnational Institute; y Food and Water Watch, entre otras.

La PAPC, vale recordarlo, fue lanzada en 2009 en la ciudad uruguaya de Montevideo, con el propósito de garantizar la implementación del Derecho Humano al Agua. Allí participaron delegados de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Uruguay, entre otros, que también integran la Red de Vigilancia Interamericana por la Defensa y el Derecho al Agua (la RED VIDA).

Entre otras cosas, la Plataforma ha generado intercambios de experiencias entre operadores del servicio público de agua y de éstos con comunidades organizadas para la prestación del servicio. En el marco del foro de Marsella, la PAPC organizó una jornada sobre los acuerdos público-comunitarios para intercambiar experiencias de diferentes partes del mundo.

En ese marco, nuestro corresponsal Danilo Urrea, de CENSAT - Agua Viva Colombia, entrevistó a Eloi Badia, miembro de Ingenieros Sin Fronteras y que fue coordinador de la jornada, a la que asistieron unas 150 personas.

Badia planteó que, a diferencia de lo que muchos piensan, las alianzas entre operadores públicos y comunitarios están realmente desafiando la hegemonía de las alianzas público-privadas.

Ahora el desafío, según manifestó, consiste en que estos temas no sean considerados sólo desde una perspectiva técnica o algo que utilizan los partidos políticos en sus plataformas electorales. “Éstos tienen que ser temas de la agenda ciudadana”, manifestó el activista, quien considera que el modelo comunitario “no es tan conflictivo” como el público-estatal, y genera “mayores consensos”.

“Éste ha sido un foro lleno de vida, lleno de alma, que nos permitirá llegar a Río+20 movilizados”, evaluó Badia.