Esta semana, y como respuesta a polémicas declaraciones públicas de Serra, el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) emitió una nota en la que asegura que su candidatura, y la “coalición conservadora” que la respalda, simbolizan el “retroceso social”.

Ese riesgo ya quedó evidenciado, de acuerdo a lo manifestado por el MST, con las políticas represoras que se aplicaron contra las organizaciones sociales en el Estado de São Paulo, gobernado por Serra desde 2006.

El MST opina que el candidato de la derecha –el único con chances de disputarle la presidencia a Dilma Rousseff, del gobernante Partido de los Trabajadores-, representa los intereses del “latifundio improductivo, el agronegocio y las empresas trasnacionales”.

Ese modelo, según la principal organización campesina de Brasil, no ha resuelto el problema de las familias sin tierra, y no garantiza el abastecimiento de alimentos saludables para la población.

Serra intenta crear un clima de “terrorismo electoral” a través de amenazas, y apela a esa estrategia porque no cuenta con un proyecto político que le asegure una vida digna a los trabajadores rurales y urbanos, según el MST.

En las últimas semanas, el presidenciable de la derecha cargó con dureza contra la gestión del presidente Luiz Inácio "Lula" da Silva, y eso incluyó cuestionamientos a su supuesta “flexibilidad” gubernamental frente a las acciones del MST.

Serra llegó a manifestar, en una reunión con empresarios, que los sin tierra respaldan a Dilma para hacer “más invasiones” en los próximos cinco años.

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