En horas de la tarde del 15 de marzo fue instalada la Cumbre Nacional Agraria, Campesina, Étnica y Popular, en el Palacio de los Deportes de Bogotá. A través de un panel político se dio participación a la Mesa de Integración Agraria (MIA), Marcha Patriótica, Proceso de Comunidades Negras (PCN), Congreso de los Pueblos, Coordinador Nacional Agrario (CNA), Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Coordinadora de Movimientos Sociales de Colombia (COMOSOC), Movimiento por la constituyente popular y la Asociación de Zonas Campesinas.

El panel subrayó la necesidad de que las organizaciones campesinas, indígenas, afrodescendientes, movimientos sociales y políticos avancen el proceso de unidad que afiance el diálogo a partir de las diferencias y fortalezas de las regiones, que defienda los proyectos de vida, los territorios y la naturaleza. Según Fernando Arias, representante de la ONIC, “el reto inmediato, perentorio, que tenemos todos los procesos sociales y organizativos aquí presentes es afianzar el propósito de la unidad para poder enfrentar el modelo que de manera persistente los excluye, los discrimina, los desplaza y los asesina”.

Arias dijo que así como en 2013 planteó un camino de convergencia, este 2014 será el año de la unidad de las organizaciones sociales colombianas en torno a una plataforma amplia y común. Puedes escuchar parte de su intervención en audio adjunto a este reporte.

Repensar la territorialidad

En las distintas alocuciones, la estrategia de concertación por parte del gobierno colombiano con el sector campesino durante el año pasado, rotulada como Pacto Agrario Nacional, fue categóricamente rechazada y considerada como sofisma de distracción, una cortina de humo que no tiene en cuenta los elementos estructurales que han acabado con la producción en el campo. “El Pacto Agrario no fue consultado con los pueblos, a nosotros no nos pidieron el consentimiento y para avalar un Pacto Agrario se necesita de nuestro consentimiento”, sentenció José Santos del Proceso de Comunidades Negras (PCN).

En ese sentido, Santos dijo que el propio ordenamiento territorial colombiano es injusto e ilegítimo. “¿Por qué no construir una territorialidad desde el pensamiento afro y campesino; del sector popular, desde los Pueblos Indígenas? Deberíamos pensar en refundar este país como una nación de nacionalidades, étnicas y populares”. Para los afrocolombianos, éste es un elemento clave para entender la unidad de las fuerzas sociales con inserción en el territorio. La intervención de Santos puede repasarse en sus pasajes principales en audio adjunto recogido por Radio Mundo Real.

La propuesta de un Pliego Unitario, en el que converjan las perspectivas de las diferentes organizaciones que hacen parte de la cumbre, fue considerado como la concertación de unas exigencias al gobierno nacional que vaya más allá de las reivindicaciones de cada uno de los grupos sociales. Se espera que este pliego pueda trascender y poner en la agenda los temas estructurales y políticos. Según Arias, este aspecto no pudo resolverse con la movilización del año pasado. Desde esta visión se hizo un llamado para plantear los problemas de orden estructural en el pliego, el modelo de desarrollo económico, la política minero-energética y los tratados de libre comercio.

El panel finalizó con la propuesta de una gran Minga para la construcción de un nuevo país, desde la diversidad. Para José Santos es condición necesaria pensar y generar un espacio amplio de integración, construir una nación de nacionalidades étnicas y culturales.

Radio Mundo Real continúa realizando una cobertura integral y diversa de la Cumbre Agraria colombiana, en el marco de la convergencia de comunicación popular de los movimientos sociales.