El testimonio de la integrante de la comunidad “Recreo B” fue captado el pasado jueves 10 de enero en momentos en que los siete liberados arribaban a su municipio, donde unas cuatro mil personas los esperaban de brazos abiertos y en un acto donde además de la emoción primó el compromiso y la solidaridad con la lucha contra la instalación de dicha presa.

Durante los casi nueve meses que duró su encierro, a partir de su detención bajo un “estado de sitio” decretado por la presidencia de Otto Pérez Molina el 1º de mayo de 2012, las familias, en especial las esposas y compañeras de los detenidos, sufrieron además de la distancia y la falta de ingresos, el hostigamiento por parte de personeros de la empresa constructora ofreciéndoles dinero y facilidades para su liberación a cambio de negar los perjuicios que dicha obra generaría.

Las mujeres de Santa Cruz Barillas fueron, pues, un pilar anímico y material en el proceso de resistencia de los nueve detenidos injusta y arbitrariamente.

En noviembre de este año una delegación internacional visitó a los detenidos en el presidio de Ciudad de Guatemala, tras lo cual la federación ecologista Amigos de la Tierra Internacional y otras organizaciones realizaron múltiples acciones tanto ante el gobierno guatemalteco como ante las autoridades de la empresa en su país de origen, España, reclamando por la liberación de los detenidos.

La mera visita de las familias a sus detenidos significaba gastos en traslado, alimentación y otros que resultaban prohibitivos para economías domésticas campesinas. Eso profundizó la distancia y el dolor.

Isabela fue entrevistada en Santa Cruz Barillas por Anny Matzir Miculax, comunicadora indígena maya integrante de CEIBA - Amigos de la Tierra Guatemala, ante quien declaró que previamente a la llegada de la empresa, el municipio “era un lugar muy bonito, muy tranquilo, no tenía los problemas que ahora tiene”. Y exigió al presidente de Guatemala el retiro inmediato de la empresa que generó dolor, muerte y sufrimiento a los comunitarios. “Nos sentimos solos, la autoridad está en Poza Verde cuidando a la empresa, no a nosotros. Ya no queremos más sangre ni más dolor en este lugar”.

Asimismo, en su testimonio señala que esperan que la lucha llevada adelante por los comunitarios contra la instalación de la presa, “sirva como ejemplo a otros municipios de esta Guatemala que enfrentan situaciones similares”.

Pensando en las futuras generaciones de pobladores del municipio, Isabela dijo que la lucha contra la instalación seguirá adelante, al tiempo que relató que el pasado 25 de noviembre un trabajador de la empresa la atacó con armas blancas buscando amedrentar a quienes apoyan la lucha contra la empresa constructora.

A pesar de ello, Isabela testimonia que la ausencia de sus hermanos durante casi un año lejos de dividir y debilitar, ha fortalecido el espíritu comunitario en defensa de su patrimonio.

“Barillas está ahora más unido que nunca”, dijo la mujer guatemalteca.

Foto (CUC, Guatemala): las mujeres de Sta. Cruz Barillas jugaron un papel fundamental en la resistencia que duró casi nueve meses