8 de noviembre de 2012 | Entrevistas | Agua | Conferencia internacional El Salvador | Justicia climática y energía
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El cambio climático ha generado cambios drásticos en los ecosistemas frágiles como el manglar, afectando dramáticamente a miles de pescadores y campesinos comunitarios en la costa pacífica de Guatemala. Las iniciativas REDD, por su parte, también son una amenaza para las comunidades que viven del manglar.
Así lo señaló a Radio Mundo Real Enrique Bonilla, integrante de Red Manglar Internacional, tras participar en la Conferencia Internacional Cambio Climático, Territorios y Movimientos Sociales organizado por Amigos de la Tierra y el MOVIAC en San Salvador, El Salvador, a inicios de esta semana.
Bonilla señaló que la expansión de los cultivos para carburantes, en especial la caña de azúcar, ha significado el desvío de ríos y por ende la destrucción de manglares desplazando masivamente a poblaciones costeñas. De hecho, Guatemala es actualmente el cuarto exportador mundial de azúcar, comercio que se encuentra en manos de grandes corporaciones trasnacionales y del agronegocio, indicó.
El manglar basa su biodiversidad en la mezcla natural de aguas saladas y dulces, representando un ecosistema rico en producción de alimentos. “El manglar es vida y no mercancía, porque de ellos comemos”, resumió Bonilla.
También, el representante de la delegación de Guatemala y presidente de la Coordinadora Guatemalteca para la Defensa de los Manglares y la Vida (COGMANGLAR) señaló que existen concesiones mineras sobre varias regiones de manglar que devastarían esa fuente de vida y alimentos.
En especial, rechazó las iniciativas conocidas como REDD (proyecto de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques) porque se trata de una trampa mortal para las comunidades que dependen de los manglares.
Dichas iniciativas significan la mercantilización de la capacidad de captación de carbono atmosférico por parte de una región, ejemplo el manglar, y la compra de esa capacidad por parte de una industria contaminante. “Todos nos ponemos felices si sabemos que vamos a recibir unos centavos por ‘proteger el bosque’. Pero si ingresas en eso no puedes utilizar un leño siquiera para tu consumo. ¿Qué pasa si viene una plaga y el bosque se termina? Pues va a ser la comunidad la que tenga que pagar por él y como no tiene dinero será desplazada”, graficó el pescador guatemalteco.
La situación de las poblaciones costeras y su amenaza de supervivencia a partir de la crisis climática fue uno de los aspectos abordados en la Conferencia Internacional, que culminara el martes 6 con una movilización hasta el centro de San Salvador.
Bonilla indicó que la experiencia de la Conferencia significó la certeza de la concientización creciente entre las comunidades acerca de los efectos del cambio climático y las amenazas por parte de industrias extractivas o del agronegocio: mortandad de peces, desaparición de especies, talas indiscriminadas, barcos de arrastre y concesiones mineras.
En ese sentido señaló que la movilización y la organización son las herramientas de las organizaciones, en especial de las directamente afectadas, para reclamar un cambio de sistema que detenga la crisis climática.
Escuche entrevista con Bonilla en audio adjunto
Foto: Víctor Barro (www.fotosconletra.com)
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