Conocido por su capacidad de trabajo, pero también por sus bromas y su buen humor, Egídio Brunetto asumió tareas estratégicas para el desarrollo del movimiento campesino internacional, desde su Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil.

Uno de esos desafíos consistió, precisamente, en la articulación continental, que se plasmó en 1994 con la creación de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-Vía Campesina).

Fausto Torrez, de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC) de Nicaragua y parte de la dirección política de CLOC, dialogó con Radio Mundo Real recordando algunos de los hitos de la articulación continental que tuvieron al referente brasileño -fallecido la semana pasada a raíz de un accidente vial- en primera fila.

“Él siempre fue el referente obligado para entender los retos de la CLOC-Vía Campesina”, dice Torrez, quien dio seguimiento a la 1ª Escuela Latinoamericana de Comunicación de CLOC. “Él tenía un cariño muy especial por Bolivia, por el proceso que lleva adelante Evo Morales… pero también por nosotros los sandinistas”, remarcó.

“Aunque el MST tiene una visión muy horizontal del trabajo, en colectivo, sin dudas Egídio se destacaba por tratarse de alguien que, de continuo, se retroalimentaba y se informaba de las realidades en cada país, en cada región con sus características”.

Sin excusas ni tabúes

En otro tramo de la entrevista, el dirigente nica repasó los desafíos de la CLOC al haber transcurrido un año desde su último Congreso realizado en Quito en octubre de 2010. Remarcó la constante tarea de formación, tanto en comunicación como en organización política y la denuncia del acaparamiento de tierras expresada en la Conferencia de Mali de mediados de noviembre. “El gobierno de Mali, por ejemplo, está entregando 80 mil hectáreas para el acaparamiento” mientras una fuerte hambruna azota a países africanos, dice Torrez.

Otro aspecto vinculado a lo anterior, sostiene, es darle mayor visibilidad a la Campaña Global por la Reforma Agraria que La Vía Campesina, en alianza con otras organizaciones como Amigos de la Tierra Internacional, FIAN y GRAIN, lleva adelante.

La coyuntura política continental, con una serie de gobiernos progresistas que, no obstante, no parecen llevar hasta las últimas consecuencias la agenda de reforma agraria, es motivo de permanente análisis por parte de la dirigencia campesina, lo cual también implica un esfuerzo por actualizar el marco teórico.

“Antes el tema de que los movimientos sociales aspiraran al poder político era un tema tabú. En esta coyuntura ha dejado de serlo y está en pleno debate”, dice Torrez.

En su región, agrega, hay dos casos que mueven la agenda internacional: la permanente violación de los derechos humanos en el Bajo Aguán de Honduras y la violencia aplicada en el Valle del Polochic, en Guatemala, con la finalidad de desalojar campesinos mayas posesionarios de tierras.

En el ámbito nicaragüense, luego de un proceso de moratoria aplicado durante todo 2011 con el gobierno del Frente Sandinista con motivo de la campaña electoral, Torrez cree que es el momento de movilizar aún más la agenda de distribución de tierras, dado que el gobierno de Daniel Ortega ha quedado sin excusas, al obtener en las reciente elecciones del 6 de noviembre, la mayoría absoluta de las plazas parlamentarias.

Foto: Leonardo Sánchez (www.cloc-viacampesina.org)