Para el activista mozambiqueño los intercambios con sus pares latinoamericanos resultan muy valiosos, ya que el sistema capitalista gana terreno “en todo el mundo”, y hay una “publicidad muy creciente de explotación de los recursos naturales”. Todo este panorama amerita una presencia mayor de las organizaciones sociales que trabajan “con las poblaciones más afectadas y defendiendo los recursos, el mayor patrimonio de las comunidades y nuestro”.

En la Escuela de la Sustentabilidad han participado organizaciones brasileñas como el Movimiento de Afectados por Represas (MAB, siglas en portugués) y el Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST). En relación a estos movimientos, Jeremias destacó “la formación política que América Latina tiene la oportunidad de ofrecer a sus militantes, en términos de organización y orientación política”.

El activista también se refirió a la situación que vive su país: “en este momento Mozambique vive bajo un fuego cruzado, a causa de los intereses de los grandes megaproyectos internacionales (...) y las multinacionales tienen la facilidad de entrar en el país para empezar a actuar”.

Puso como ejemplo la futura explotación de carbón mineral en la región central de Mozambique, que será llevada adelante, entre otras, por la transnacional de origen brasileño Vale do Rio Doce.

Esa empresa pretende producir 26 millones de toneladas de carbón anuales para, entre otros fines, alimentar siderúrgicas en Brasil. A pesar de que Vale do Rio Doce todavía no se instaló ya ha generado el descontento entre los mozambiqueños, y también los primeros impactos severos, como el desalojo de 1500 familias, que ni siquiera tuvieron la posibilidad de negociar su salida.

Además, el dirigente africano se refirió a la situación energética de su país, y cuestionó los avances de las falsas soluciones al cambio climático.