Según la carta de la organización de base, la agricultura campesina captura el carbono y utiliza menos máquinas que funcionan a base de combustibles fósiles; además, añade que si los consumidores compran sus alimentos en el mercado local, se utiliza menos energía para transportarlos alrededor del mundo.

“Debido al enorme impacto de la agricultura industrial en la emisión de gases de efecto invernadero, una conversión masiva de los monocultivos industriales a la agricultura sustentable de pequeña escala, junto al desarrollo de mercados locales, permitirá una reducción masiva de dichos gases”, expresa la carta en uno de sus párrafos.

La Vía Campesina señala que estos elementos, combinados con un programa que apunte a reducir el consumo, harían que fuera irrelevante el que se discutiera sobre los mercados de carbono o la bioingeniería, y agrega que estos puntos deben ser considerados en Copenhague.

En la carta también se afirma que los campesinos se harán presentes en Copenhague para que sus propuestas sean consideradas, y se recuerda que La Vía Campesina siempre ha considerado a la desobediencia civil como una de sus estrategias centrales para luchar por la soberanía alimentaria.

“Cuando cientos de campesinos ocupan un territorio tomado por una empresa trasnacional, cuando miles de ellos se reúnen frente a la OMC para pedir el fin de la liberalización de los mercados agrícolas, están defendiendo su derecho a vivir. Su derecho de alimentar al mundo y alimentarse a sí mismos. Su derecho a ser respetados y poder salir de la pobreza”, indica la carta, en la que además se rechaza la violencia en todas sus expresiones, ya sea como método de acción o vía de implementación de políticas acordadas a puertas cerradas.

Finalmente, la carta llama a todos los movimientos sociales a movilizarse frente a lo que ocurrirá en Copenhague, para –a través del reclamo y la búsqueda de justicia climática- fortalecer el entramado democrático.

Foto: http://www.flickr.com/photos/grassrootsinternational/