“Israel no sólo no brinda infraestructura y servicios a los territorios ocupados, sino que, por el contrario, roba nuestros recursos naturales y el agua”, dijo Saker en entrevista con Radio Mundo Real. “Hoy en día tenemos que comprar agua a 30 kilómetros de distancia”, agregó específicamente sobre la zona donde vive.

Llegado desde los valles palestinos, donde se dedica a la cría de ganado, Saker denunció en el Palacio de las Naciones de Ginebra, sede de Naciones Unidas (ONU) en esa ciudad, las diversas violaciones a los derechos humanos que sufre su pueblo a manos de Israel. Fue en el marco de la segunda sesión del Grupo de Trabajo Intergubernamental del Consejo de Derechos Humanos de ONU que prepara las bases de un tratado vinculante sobre transnacionales y derechos humanos.

Además, el palestino participa paralelamente de la Semana de Movilizaciones que decenas de organizaciones y movimientos sociales de los cinco continentes realizan en Ginebra para presionar por el tratado vinculante.

En la charla con Radio Mundo Real, Saker alertó sobre las varias estrategias del estado de Israel y su ocupación militar para expulsar a la población palestina de sus tierras, y que inclusive las organizaciones internacionales de derechos humanos no pueden entrar numerosas veces a las zonas más afectadas.

El representante palestino agradeció la solidaridad internacional con su país y su pueblo, pero consideró que el movimiento internacional de solidaridad no ha logrado realmente influenciar en los gobiernos nacionales para que presionen a Israel a fin de que respete los derechos de los palestinos.

“Naciones Unidas y la comunidad internacional deben implementar declaraciones y acuerdos sólidos para forzar a Israel a respetar los derechos de los palestinos y obedecer los acuerdos internacionales”, sentenció Saker.