Allí expertos, activistas, pueblos indígenas, campesinos y comunidades quilombolas intercambiaron experiencias y saberes ancestrales de vida junto a la naturaleza, pero también los nuevos retos que se requieren de mayor responsabilidad y protección ante las avaricias del comercio y su extracción de bienes naturales.

Derechos humanos, contaminación y destrucción fueron percibidas como otro escenario similar, pero en otra latitud de nuestro planeta. Escenario en el que las leyes y gobiernos no son más que otro andamiaje al servicio del libre comercio.

Estas visitas a comunidades quilombolas y campesinas en varias partes del medio rural del estado de Pará fueron parte de los objetivos fundamentales de la Conferencia Latinoamericana sobre Financiarización de la Naturaleza, promovida por la oficina en Brasil de la Fundación Heinrich Boll y organizada conjuntamente por numerosas organizaciones y movimientos sociales de América Latina. La iniciativa había nacido en Lima, Perú, en diciembre de 2014, en una reunión que esos movimientos y organizaciones mantuvieron de forma paralela a la COP 20 de Cambio Climático de la ONU que se desarrollaba en esa ciudad.

El encuentro de Belém procuró avanzar en las síntesis y en el desarrollo de marcos teóricos de fondo especialmente sobre los procesos de privatización, mercantilización y financiarización de la naturaleza en nuestros territorios. Y se buscó traer respuestas a la cuestión central: ¿cómo conectar las narrativas globales sobre financiarización de la naturaleza con los impactos y experiencias concretas que están pasando en los territorios de América Latina?

Esta convocatoria fortalecieron el intercambio de experiencias y articulación para avanzar en estrategias de acción comunes ante esos procesos de financiarización de la naturaleza y ante la COP 21, con cinco ejes transversales en la Conferencia:

– Perspectiva sistémica

– Arquitectura de las finanzas verdes y falsas soluciones

– Espacios de poder

– Impactos de la financiarización

– Alternativas y soluciones de los pueblos

En este sentido el concepto de Territorio es vital, entendido como espacio histórico, físico, multicultural y económico, con procesos individuales y colectivos que ocurren en forma dinámica por la sobrevivencia y contra la exclusión social y exterminio.

Cuatros caravanas se emprendieron en las arterias de la Amazonas: una a Abaetetuba, otra a Igarapé Miri, la tercera a São Domingos do Capim y Acará, y finalmente nuestro equipo a Bacarena. De hecho, la Conferencia empezó con las caravanas, para que a partir de las experiencias en los territorios, con las comunidades, se buscaran luego los nexos con las narrativas, desarrollos teóricos y análisis de coyuntura que los movimientos han ido realizando sobre la temática de la financiarización de la naturaleza.

En las caravanas se identificaron los conflictos socioambientales, pero también las distintas estrategias de resistencia, como la organización comunitaria emprendida por las mujeres, la perspectiva agroecológica como fuente de desarrollo local, iniciativas de autogestión como la economía solidaria y acciones de participación directa tomando como modelo a la familia.

Una experiencia para la memoria de los pueblos que construyen otro modelo de desarrollo para el planeta y la humanidad…