Se resaltaron en el marco de las negociaciones de Naciones Unidas por un acuerdo legal que permita obligar a las transnacionales a respetar los derechos humanos y no vulnerar la vida de los pueblos.

La herramienta de trabajo colectivo, en la que se condensan las propuestas, contó con el apoyo permanente de una amplia gama de organizaciones y procesos, entre las que se encontró la organización suiza Centro Europa - Tercer Mundo (CETIM).

Radio Mundo Real, a través de su corresponsal Danilo Urrea*, dialogó en Ginebra con Laurent Gaberell, integrante de esa organización, respecto a la naturaleza y enfoque del documento de trabajo.

Al respecto, el activista señaló que las propuestas se sustentan básicamente en el Tratado de los Pueblos que ha sido elaborado por la Campaña en los últimos dos años, con la participación de organizaciones y afectados por las empresas trasnacionales. “Hemos visto una globalización de la producción, de las reglas económicas y los Tratados de Libre Comercio (TLC), pero no hubo una globalización paralela de las reglas de derechos humanos, lo que resulta en impunidad para las empresas trasnacionales, que logran evadir las leyes nacionales y que muchas veces son más potentes que los mismos Estados”, manifestó Gaberell.

Con el objetivo de profundizar en las obligaciones estatales y la protección de los derechos humanos frente al accionar de las empresas, se han planteado propuestas para que los Estados cumplan efectivamente con su función. “Existe un primer principio, que llamamos ’obligaciones extra-territoriales’ frente a los actos de las empresas que tienen su sede en otros países; otro planteamiento tiene que ver con los TLC y los Tratados de Inversión”, dijo el integrante de CETIM. “Un tema preocupante son los tribunales de arbitraje internacional, hay varios ejemplos de Estados que han intentado asumir medidas favorables a los derechos humanos y fueron condenados por tribunales de arbitraje privados”, agregó. Para el activista el acuerdo legalmente vinculante sobre derechos humanos y corporaciones transnacionales debe abordar esta cuestión para que eso no ocurra.

Instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han sido cuestionadas por su papel en la construcción de una arquitectura financiera favorable al modelo corporativo y en detrimento de los derechos de los pueblos. En el análisis Gaberell señaló que “el Banco Mundial y el FMI deben tener también obligaciones, porque a través de sus políticas económicas están contribuyendo a la impunidad de las trasnacionales”. “Y hay que recordar que esas dos son agencias especializadas de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y como tal tienen la obligación de respetar los derechos humanos y la carta de la ONU, y sabemos que no lo hacen”. “Proponemos que en el nuevo acuerdo legal haya disposiciones relativas a esas Instituciones Financieras Internacionales (IFIS) para que por lo menos no asuman medidas contrarias a los objetivos del cpnvenio”, resaltó Gaberell.

Un elemento central de las ocho propuestas es el que apunta a asumir medidas para proteger de la influencia empresarial todo el proceso de construcción de los acuerdos legalmente vinculantes. Gaberell denunció que “las transnacionales están ya entrando en toda la ONU, contaminando todo el sistema y presentándose como partes interesadas, cuando en realidad en este caso son criminales”. “Queremos que estas empresas no puedan participar directamente de este proceso de negociación, nuestro planteamiento es que deben ser escuchadas las voces de las víctimas, de los pueblos afectados y en resistencia, pero de ninguna manera permitir una participación directa de las transnacionales”, sentenció el integrante de CETIM.

* Integrante de CENSAT Agua Viva – Amigos de la Tierra Colombia.