Así lo describió al iniciarse con la llegada de diversas delegaciones de Meso y Sudamérica para participar del Encuentro Latinoamericano de Afectados por Represas y en Defensa de los Ríos, Federico Poob Yat, de la comunidad “Las Margaritas”, cercana al río Copón. Este curso de agua, junto al Chixoy, son los involucrados en este megaproyecto.

El Proyecto Hidroeléctrico Xalalá, es impulsado por el gobierno a través de la entidad oficial INDE, aunque con financiamiento extranjero, dijo Federico algunas horas antes de partir junto a integrantes de organizaciones de Venezuela, El Salvador, Panamá, Chile, Argentina, Brasil, México y Honduras a visitar las comunidades en resistencia, intercambiar experiencias y reforzar las articulaciones internacionales para enfrentar la oleada de construcción de hidroeléctricas en el continente.

El Xalalá afectaría directamente a 58 comunidades ubicadas en los departamentos Cobán y Quiché, completando un total de 13.800 personas, las cuales mayoritariamente se han pronunciado tempranamente en contra de los proyectos, señaló Federico.

Esta resistencia multitudinaria ha derivado en que dos licitaciones abiertas para la construcción de la presa –en 2007 y mediados del año pasado- fueran declaradas desiertas.

Así, las empresas ahora reclaman al Estado guatemalteco gestionar la “licencia social” a los proyectos, para lo cual se ha buscado cooptar a las autoridades comunitarias y se ha chantajeado a las comunidades mediante entidades de obras públicas y seguridad social.

Asimismo se han aplicado mecanismos de infiltración de operadores a favor de los proyectos en varias comunidades, contó Federico. Pese a lo cual, no han podido iniciarse ningún tipo de obras: entre las comunidades afectadas directamente se encuentra el núcleo duro de la resistencia donde el accionar estatal/empresario no ha podido penetrar.