Una de las regiones con presencia fuerte en el Parque Municipal de CEMUCAM, donde se está realizando el encuentro, es la mesoamericana. En producción conjunta con la Convergencia de Comunicación de los Movimientos Sociales, dirigentes sociales de México y Guatemala expusieron en entrevista la realidad de las luchas en defensa de los territorios frente al avance de grandes proyectos hidroeléctricos.

Jerónimo Osorio Chen de la etnia maya achí de Guatemala, conoce de cerca lo que son los impactos de la implementación de grandes proyectos hidroeléctricos. En 1985 debió dejar su lugar de origen Rabinal, en el departamento Baja Verapaz, debido a la construcción de la hidroeléctrica de Chixoy. Xalalá es el nombre de un nuevo proyecto que podría nuevamente volver a poner a Jerónimo en una situación de desplazamiento.

Junto a él, serían inundadas unas 50 comunidades, en su gran mayoría indígenas ixiles, que perderían todas sus tierras cultivables situadas a orillas del Chixoy, donde ancestralmente se cultiva maíz, frijol y todos los alimentos que son base de alimentación de estas comunidades.

Alberto Choc, poblador de Quiché, también presente en el Encuentro Nacional do MAB, pertenece a estas comunidades amenazadas por el Xalalá y agrega que son 13 000 quienes componen estas comunidades. La presión del gobierno, según Choc para que se apruebe este proyecto es fuerte. Junto a ambos guatemaltecos, Rosalinda Hidalgo mexicana integrante de la Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental, y del Movimiento de Afectados por Presas en Defensa de los Ríos (MAPDER), describió la actual situación en cuanto a avances y resistencias a las hidroeléctricas en la región mesoamericana.

La violencia que campea sobre los territorios

Ser defensor de los bienes naturales en Guatemala significa ser calificado de terrorista, cuenta Osorio Chen. “Tenemos un gobierno militar vendido a las transnacionales, cuando digo militar, me refiero a su pasado. Otto Peréz Molina (presidente) fue uno de los responsables del arrasamiento de comunidades en los años ’80 (…) Han retomado la criminalización de los movimientos sociales”.

El dirigente contó el caso más reciente de violencia atroz en este sentido, cuando dos niños maya q’eqchies fueron asesinados el 23 de agosto por sicarios que buscaban a David Chen, líder de la resistencia a la implementación del proyecto hidroeléctrico Hidro Santa Rita SA.

Según Rosalinda, se está haciendo cada vez más frecuente que las empresas hagan alianza con el crimen organizado: “Nos enfrentamos ante la oligarquía regional, estatal muy fuerte. Pero en otros casos están presentes las empresas transnacionales, como la Odebrecht por ejemplo.”

En referencia al asesinato de Noé Vazquez, militante ultimado antes del inicio del décimo encuentro del MAPDER, Rosalinda cuenta: “Esto provocó la disminución de la participación de la gente. Están provocando el miedo a la participación social, y nos están poniendo en un estado de vulnerabilidad.”

Energía para el mercado

En estos días de encuentro del MAB, el cuestionamiento a que la construcción de grandes proyectos energéticos es una necesidad de los pueblos, es unánime. Así lo expresaron los entrevistados en este reportaje mesoamericano: “Efectivamente hay energía para abastecer a toda la población guatemalteca. Aquí el problema es que toda la energía es para las transnacionales, para la industria”, expresó Osorio Chen.

También en México, Rosalinda destaca que “la hidroelectricidad que se genera es para las empresas privadas”. Esto sumado a que según la militante, México tiene un superávit de producción energética de casi 40%.

Osorio Chen, explicita que el discurso desde el gobierno y empresas es “de que es importante hacer las hidroeléctricas, porque el país y la población rural las necesita. Pero es totalmente falso. Guatemala tiene 132 grandes y medianas hidroeléctricas planificadas. Y todo esto es para el Plan Puebla-Panamá. Eso va para manos de empresas privadas.”

Para los tres luchadores sociales la instancia a la que fueron invitados por el MAB reviste una gran importancia. Según concluyó Rosalinda: “Parte de la formación que estamos teniendo como grupo latinoamericano en defensa de los ríos, es la participación en este encuentro del MAB. Esto nos ayuda muchísimo a entender cómo están actuando de una manera muy similar en nuestros países. Nos ayuda a la formación y al análisis, que debemos seguir en nuestros países”.

Las entrevistas se encuentran en los archivos adjuntos

Foto: Joka Madruga