Antes de eso, temprano de la mañana, decenas de campesinos de las Américas estuvieron a cargo de hacer una actividad mística que diera apertura a los debates internos de la VI Conferencia de la Vía Campesina. La mística puso especial énfasis en Egidio Brunetto, uno de los principales referentes del Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra de Brasil (MST) y de la Vía Campesina Internacional. De hecho, esta VI Conferencia de la Vía Campesina lleva su nombre. Cientos de los participantes en la mística llevaban puestas camisetas con la leyenda “Egidio Brunetto, constructor de sueños, luchas y revoluciones”.

Una de las personas encargadas de hablar en el primer panel de presentaciones y debates fue el dirigente Paul Nicholson, campesino de la organización EHNE del País Vasco y uno de los grandes referentes internacionales de la Vía Campesina. En una corta, clara y riquísima exposición Nicholson enumeró cinco desafíos de esa red campesina.

Se refirió a la necesidad de mantener la unidad y cohesión en la diversidad; propuso enfatizar la visibilidad de las luchas locales con un análisis global; también asegurar la plena participación igualitaria en la vida interna tanto organizativa, como local y económica de las mujeres y jóvenes, pero de las mujeres en primer término; reavivar la capacidad de solidaridad, apoyo y presencia política frente a la criminalización de la protesta; y pensar cómo ayudar en el fortalecimiento del movimiento global para la justicia social a nivel general.

Foto: Vía Campesina.