Así lo analiza el economista Claudio Katz en su intervención durante la reciente Asamblea Continental de los Movimientos Sociales hacia el ALBA realizada en Guararema, Sao Paulo, Brasil, a mediados de mayo.

Katz es argentino y su punto de partida fue el hecho diferencial para el continente de haber sufrido un impacto sensiblemente menor respecto a la crisis o lo que definió como “temblor global” cuyo epicentro son las economías de Europa y Estados Unidos.

Hoy en día se registra una “valorización de las exportaciones de la región” que ha permitido la aplicación de “políticas asistenciales” aunque manifestó que “no sabemos cuánto tiempo va a durar” ya que este escenario “puede modificarse abruptamente”.

El centro de la economía latinoamericana es la “agroexportación de nuevos productos más especializados e integrados al mercado mundial cuya contracara es expulsión de campesinos de su tierra y concentración propiedad rural”, dijo Katz.

En ese sentido destacó una matriz de “extractivismo” cuya principal expresión es la minería, así como “esquemas industriales de maquilas”, lo cual “separa cada vez más a América Latina con la industrialización de los países asiáticos”.

El turismo y su creciente peso en las economías, así como las “remesas como correlato de emigración forzosa que sufren nuestros desempleados” también ocupan un lugar gravitante hoy en día, apuntó.

“No hay que engañarse: la economía latinoamericana mantiene su vieja inserción periférica o semiperiférica en la división internacional del trabajo”, afirmó Katz en la primera jornada de debates en la Escuela Nacional Florestan Fernández lo cual se posibilita por estructuras muy frágiles que acentúan la informalidad o precarización del empleo.

Nueva imagen del BM

A juicio de este economista, “la nueva imagen del Banco Mundial de América Latina como un paraíso de asenso de la clase media es completamente falso” a partir de omitir la desigualdad persistente a través de “cálculos distorsionados”.

En cambio, apunta, se observa cómo las viejas burguesías nacionales se están transformando en nuevas burguesías locales más asociadas al capital extranjero, más enriquecidas, con beneficios de nuevos conglomerados de empresas trasnacionales y “siguen utilizando los estados como instrumentos de sus negocios” a través de privatizaciones y regulaciones.

En simultáneo, Katz señala que a diferencia del supuesto “desinterés” de EEUU en América Latina y el Caribe, se observa que Washington se halla “empeñado en volver a dominar a pleno nuestra región” a través del “predominio estructural con tratados bilaterales de libre comercio y una nueva Alianza del Pacífico”.

Frente a ese impulso, Katz observa dos reacciones: de un lado la sumisión y sometimiento que identifica por ejemplo con México y de otro lado un segundo tipo de reacción que apunta a cierta autonomía y que identifica con experiencias como Unasur o Mercosur.

Pero también señala que se trata de una “autonomía limitada” que en caso de Brasil incluye una “coordinación hegemónica” con EEUU.

Este es el momento

Ante esta situación, Katz apunta a que son necesarias medidas económicas que quiebren con la continuidad del modelo y subraya que es este el momento para asumirlas, colocando en primer nivel de responsabilidad a los países que hacen parte del ALBA. “Es ahora, en estos años, el momento para brindar esas respuestas y seguir ese camino, actuar en forma contundente para proteger nuestras economías y nuestros pueblos”.

Las medidas que se requieren “ya mismo” para avanzar en la integración regional y proteger a las poblaciones de la crisis global, “están por ahí pero no se aplican ni se desarrollan”, criticó. Algunas de ellas existen meramente en el plano formal, como es el caso de una moneda común para el intercambio comercial (Sucre) o el Banco del Sur. Dijo asimismo que se requieren medidas efectivas de control de cambios y de nacionalización de los sistemas financieros en los países latinoamericanos.

El continente cuenta hoy, dijo el economista, con reservas que alcanzan los 574 mil millones de dólares que de no aplicarse en un proyecto integrador, productivo y social, culminarán soportando el sistema financiero en los países centrales, el mismo que ha sometido a la región a través del endeudamiento externo.

“Podemos hacerlo porque lo nuestro no es un proyecto circunstancial, tenemos un proyecto y esa aspiración es el socialismo, una sociedad de igualdad, de democracia y desde allí podemos discutir, polemizar, con todas las fantasías que circulan sobre la humanización del capitalismo”, culminó Katz.

Escuche la intervención íntegra del economista argentino Claudio Katz en audio adjunto.