Xi Jinping arribó este fin de semana a Trinidad y Tobago donde se reunió con líderes políticos de la Comunidad del Caribe (Caricom) y según comunicaciones oficiales se espera “estrechar lazos en materia económica, comercial y educativa”. Resalta dentro de los puntos de esta agenda la inversión referente las explotaciones petroleras del principal productor de petróleo del Caribe.

Este lunes se espera que el mandatario chino arribe a la capital costarricense donde se reunirá con su homóloga Laura Chinchilla. Costa Rica es el único país de la región centroamericana que tiene relaciones diplomáticas con China, luego que en 2007 de forma secreta se decretaran por parte del ex presidente tico Oscar Arias el fin de las relaciones diplomáticas con Taiwán y Costa Rica para estrechar lazos con Pekín.

Para el mismo año los gobiernos de Costa Rica y China llegan al acuerdo de construir una mega-refinería de petróleo en Moín, puerto del Caribe costarricense, la cual se espera que procese 60.000 mil barriles diarios de crudo. Con una inversión de 1.400 millones de dólares el proyecto es financiado en su mayoría por el Banco de Desarrollo Chino. Esta infraestructura será construida por la propia Corporación Petrolera China (PetroChina), la compañía de capital privado SORESCO y la empresa estatal tica RECOPE.

El petróleo a ser refinado en dicha planta provendría de diversas regiones de América Latina donde China se encuentra haciendo inversiones para su extracción.

Dudas con fundamento

En el sector ambientalista costarricense generan múltiples dudas las sucesivas visitas de alto nivel al país centroamericano que comenzaron con el presidente mexicano Felipe Calderón, seguido por el estadounidense Barack Obama en mayo y continúan con el arribo de Jinping. Llama la atención que las tres agendas de estas visitas tienen como uno de sus puntos centrales las conversaciones sobre energía.

Al respecto Mauricio Álvarez, presidente de la Federación Ecologista Costarricense (FECON) y miembro de la organización Oilwatch, fue consultado por Radio Mundo Real mediante una entrevista telefónica.

Para Álvarez, Costa Rica se considera como el “laboratorio” donde se experimentan políticas vinculadas a los poderes imperiales “en transición diríamos que amigable” desde Estados Unidos hacia nuevas potencias.

La agenda de Obama en materia de extractivismo se centró en dos aspectos: la reactivación de la concesión de la petrolera Mallon Oil Company y la posibilidad de explotación de gas tipo fracking, también llamada de fractura hidráulica.

Por otro lado el geógrafo y activista apunta que actualmente la apuesta de China en la región se centra en la explotación de petróleo “no convencional” o “pesado”, para llegar a refinar más de 60.000 barriles diarios de crudo proveniente principalmente de Venezuela, el Caribe, el Orinoco y la Amazonía. Recientemente, Ecuador subastó el derecho de explotación de unas tres millones de hectáreas en la Amazonía, en las cuales China manifestó particular interés.

Para el referente de FECON el principal impacto ambiental de la megarefinería será la destrucción de bosques y manglares existentes en la zona de Moín y la posterior contaminación asociada a una planta dedicada a procesar petróleos de baja calidad.

“Esta inversiones tienen como características principal su establecimiento en países del sur bajo un criterio de racismo ambiental”, indica Álvarez, señalando que en los países centrales estas industrias contaminantes han encontrado escollos para su instalación. “Estas formas teconológicas están muy asociadas a las empresas chinas cuya economía en crecimiento necesita capitalizarse todo lo que pueda”, dijo el ambientalista tico.

Foto: neftegaz.ru