“Vemos eso hoy en Brasil. (…) Y se consolida con este juicio, que sabemos el resultado, que Lula va a ser condenado”, agregó Maria do Carmo en entrevista con Radio Mundo Real el 24 de enero en la ciudad de Porto Alegre, mientras se realizaba en ese momento y en esa misma localidad el juicio al ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, acusado de corrupción pasiva y lavado de dinero.

La activista de la Marcha Mundial de Mujeres aseguró que el juicio a Lula es político, para que no gane las elecciones nacionales de octubre, porque “encabeza todas las encuestas para ser electo en primera ronda”. Y destacó que las mujeres de la Marcha llegaron a Porto Alegre para “defender la democracia” y la posibilidad de elegir a Lula porque “entiende a los movimientos sociales, entiende el hambre del pueblo”, ya que “las mujeres negras y los niños son los principales blancos de la pobreza” en Brasil.

Para Maria, los movimientos sociales en el país enfrentan un “nuevo ciclo de lucha” y es necesario “continuar en el avance del aumento de la conciencia política de la población”.

En la misma línea se manifestó también en Porto Alegre la campesina del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil (MST) Silvia Reis Marques, de Rio Grande do Sul. En la charla con Radio Mundo Real la dirigente reivindicó la unidad de la izquierda brasileña en la resistencia al presidente de facto Michel Temer y al ataque judicial contra Lula, porque “es el pueblo unido y fortalecido que hará cambios y transformaciones” en Brasil, por una “patria libre de los golpistas”.

Silvia aseguró que “Lula será el candidato de la clase trabajadora” en las elecciones de octubre. “Los trabajadores estamos determinados, vamos a hacer ocurrir las transformaciones con el pueblo en las calles, Brasil es del pueblo brasileño, que genera riquezas, que trabaja”, dijo. La campesina del MST reconoció que la lucha será extensa y dura, pero aclaró que “si grandes son los momentos de lucha, grande es nuestro coraje y resistencia”.