Aunque el compañero comunicador fue puesto en libertad horas más tarde, es nuestro deber presentar nuestro repudio a este tipo de intimidaciones y formas de criminalización que se acrecientan de parte de la derecha y sus gobiernos en diferentes países de América Latina: con represiones estudiantiles, persecuciones, asesinatos, estigmatización, etcétera.

Llamamos una vez más a la solidaridad internacional, pues el avance de las fuerzas represivas en varios de nuestros países pone en riesgo la integridad física y psicológica de los integrantes de nuestras organizaciones y de los luchadores sociales y defensoras/es de territorios en general. Aún así, persistimos y persistiremos en nuestro trabajo por la dignificación de nuestras vidas como pueblos soberanos y no escatimaremos esfuerzos en la defensa de la libertad y de la justicia ambiental, social y de género, principios que constituye la razón de ser de nuestras construcciones organizativas.