Así lo expresa Carlos H. Reyes, sindicalista y referente del FNRP en entrevista desde Honduras.

Reyes indica que, como saldo del golpe de mayo de 2009, ha existido un cambio en la superestructura económica y política hondureña en que los grupos dominantes han avanzado en el control de los servicios públicos –por ejemplo a través de la privatización del suministro eléctrico- y de las principales tierras agrícolas del país centroamericano.

“Se está impulsando ahora un proyecto de ‘ciudades modelo’, a influjo del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos que va a profundizar aún más la enajenación de nuestras riquezas, de nuestro trabajo industrial y de nuestros recursos naturales”, dijo Reyes.

Al realizar un balance del año desde la perspectiva del campo popular, Reyes destacó que se ha mantenido la persecución de los activistas sociales, sindicales, campesinos y de periodistas críticos al régimen “de la estructura golpista que aún sigue gobernando”.

Otro eje de la actualidad hondureña es la prevalencia del crimen organizado, fundamentalmente del narcotráfico y sus aparatos de seguridad en connivencia con los del Estado. Al respecto, indicó que actualmente la fuerza pública policial ha sido absorbida por el Ejército y que existe en ese proceso una presencia destacada de Estados Unidos y que cuenta con el “asesoramiento” de fuerzas de seguridad colombianas.

El país norteamericano cuenta hoy con tres bases militares en Honduras, en una de las cuales, además, se piensa construir un nuevo aeropuerto internacional que sustituya al actual de Tegucigalpa, ejemplificó Reyes para graficar la creciente penetración de Washington en Honduras tras el golpe de Roberto Micheletti.

“Frente a toda esta situación nosotros sostenemos que, antes de anunciar elecciones para 2013 y que el resto de los países hubieran reconocido a Honduras, debió haberse ido hacia una Asamblea Nacional Constituyente para generar un nuevo pacto político-social y ver cómo se refunda este país porque nos tienen en una situación muy grave”, reflexionó Reyes.

El FNRP como eje

Sobre lo que es esperable en la situación del país en el año que se inicia, Reyes dijo que el objetivo es que el FNRP, articulado precisamente en la resistencia al golpe, ocupe el lugar de principal actor social, más allá del debilitamiento que significó, con el retorno de Zelaya, el reconocimiento del gobierno de Lobo y el inicio de un rumbo electoral a través de la fundación del Partido Libre.

La fijación de elecciones para 2013 y el reconocimiento internacional propiciado por los gobiernos de Venezuela y Colombia ha servido al gobierno de Lobo como legitimación y podría significar un elemento de división al seno del FNRP por la definición de candidaturas y el ingreso en una campaña electoral el año entrante.

En ese sentido, Reyes señaló que, al perfilarse ocho o nueve partidos para competir por la Presidencia en 2013, aún con la victoria del Partido Libre de Zelaya y la asunción de su esposa Xiomara Castro como mandataria, el gobierno difícilmente contaría con mayoría parlamentaria y resultaría una fuerza debilitada.

En cambio, Reyes y otros referentes de la resistencia plantearon recorrer el camino de la lucha social y la Asamblea Constituyente que impulsara los cambios estructurales necesarios en el país, así como capitalicen la movilización realizada durante el exilio de Zelaya.

Su posicionamiento no resultó el preponderante, por lo cual, aún discrepando con el camino electoral adoptado, la dirigencia del FNRP ha venido acompañando el proceso aunque con el énfasis puesto en fortalecer al Frente como principal actor e interlocutor social hondureño.

“¿De qué sirve un Partido si no tiene un frente poderoso que lo ampare y lo apoye? En este país lo nuevo es el FNRP, no los partidos. Los partidos son lo viejo”, remarcó Reyes.

Foto: honduraselogoali.blogspot.com