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12 de noviembre de 2009 | Entrevistas | Agua
Provincia sedienta
La sequía se esparce por la provincia de Córdoba y los movimientos sociales señalan a los verdaderos responsables
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Un conjunto de 25 organizaciones políticas, sociales y gremiales encabezadas por la Coordinadora Córdoba en Defensa del Agua y la Vida (CCODAV) se movilizó ayer a la legislatura provincial, en el centro de la ciudad capital, para exigir que los responsables de la actual crisis hídrica, el desarrollismo inmobiliario, los productores de soja y la empresa privada de agua y saneamiento, financien la infraestructura necesaria para enfrentar la sequía.
«Nos estamos movilizando con la consigna "Que la crisis del agua no la paguen los trabajadores, que la paguen los capitalistas"», dijo a Radio Mundo Real Pedro Lencina, de la Unión por los Derechos Humanos (UniDHos) de Córdoba. UniDHos ha participado junto a la CCODAV de la ocupación de 8 ha. en la periferia cordobesa donde están construyendo un barrio. «Le llamamos barrio porque creemos que somos los poseedores de la tierra y que de ahí no nos movemos», explica Lencina. Después de cortes de calle y de la toma de un ministerio consiguieron tanques de agua comunitarios que son llenados por camiones cisterna. «Ahora nos han prometido una obra de ampliación para llegar a tener agua corriente», agrega Pedro.
La CCODAV denuncia que en el distrito se ha perdido el 96% de los bosques nativos, lo que ha generado que Córdoba se convierta en una suerte de provincia del viento: «Tenemos tormentas de tierra por lo menos dos o tres días a la semana, con un calor insoportable, y el gobierno no tiene políticas: en estos momentos un proyecto de ley que prohíbe la tala del 4% de lo que nos queda del bosque nativo está durmiendo en la legislatura», explica Lencina y recuerda que mientras tanto los pools sojeros siguen incendiando los montes restantes.
Lencina señala que la población de Córdoba solamente consume el 3% de lo que distribuyen las plantas potabilizadoras y que la zona más afectada por la sequía, que promete extenderse varias semanas más, es el norte, donde «directamente los pozos de agua están secos» y la tierra de los pequeños productores de 1 o 2 ha. «se transformó en un desierto».
El militante de los DD.HH. cuenta que «hay gente que en estos momentos tiene sed en Córdoba y no es que sea un discurso de barricada» y advierte: «El mercado negro del agua ha empezado en Córdoba». En algunos barrios donde la presión es muy baja ya se venden los 1.000 litros de agua que traen los camiones a 200 pesos argentinos.
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