17 de mayo de 2011 | Noticias | Honduras libre
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El periodista hondureño Héctor Francisco Medina había salido de trabajar pocos minutos antes del canal televisivo Omega Visión y ya estaba a pocos metros de su casa, en el municipio de Morazán, en el departamento de Yoro. En ese momento fue abordado por dos desconocidos que le dispararon, asesinándolo.
Con este caso, ya son once los asesinatos de comunicadores que se han registrado desde el golpe de Estado de junio de 2009, que colocó en el poder al presidente Porfirio Lobo. Organismos internacionales defensores de los derechos humanos le reclaman al régimen el esclarecimiento de estos crímenes, pero el manto de impunidad continúa.
Todos los casos estuvieron antecedidos por amenazas de muerte, que fueron denunciadas pero nunca atendidas por las autoridades.
En el caso de Medina, había recibido hostigamientos telefónicos a raíz de investigaciones vinculadas a irregularidades en la municipalidad de Morazán y a conflictos por tierras que involucran a ganaderos de la zona, según le dijo a la Red Morazánica de Información el vicepresidente del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), José Santos Gálvez.
“A pesar de esas denuncias que había hecho y de la queja que se había presentado ante las autoridades, no se hizo nada y finalmente terminaron con la vida del compañero Medina”, se lamentó Gálvez.
Organizaciones internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenaron el asesinato de Francisco Medina, y le pidieron al gobierno de Lobo que investigue este homicidio de manera "oportuna, diligente y exhaustiva".
Los atropellos a los derechos humanos en el régimen dictatorial hondureño son moneda corriente. Este sábado 14 de mayo, el Frente de Resistencia Popular del Departamento de Colón denunció a través de un comunicado el asesinato del dirigente Pablo Lemus, del Movimiento Unificado Campesino del Aguan (MUCA).
Según este documento, divulgado por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) en su sitio de internet, los responsables de estos sistemáticos “actos de hostigamiento, persecución, secuestro y asesinato” de campesinos en Aguan son integrantes de los cuerpos de seguridad de los terratenientes Reynaldo Canales, René Morales y Miguel Facussé.
Además de la muerte de Lemus, el comunicado denuncia el secuestro reciente del campesino Alejandro Gómez, quien pudo salvar su vida “aduciendo ante sus secuestradores que no era campesino sino trabajador de una hacienda cercana”. “Gómez fue salvajemente torturado y dejado abandonado en un paraje de la zona”, señala el Frente de Resistencia Popular de Colón.
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