El 7 de julio a las 9.30 horas el peón rural Ebelio González se enteró de que él y su mujer habían sido despedidos por intentar conformar un sindicato, y de que tenían un plazo de 30 días para abandonar su casa. Se lo notificó el dueño del tambo que los había empleado en septiembre del año pasado, Francisco Crosa, quien transmitió la novedad acompañado por efectivos policiales del departamento de Florida, ubicado al centro del país.

Ese mismo día llegaron al establecimiento rural funcionarios de la estatal Inspección General del Trabajo, que responsabilizaron a la empresa por varias irregularidades, entre ellas la ausencia de planillas de aportes patronales, fallas en la seguridad de la maquinaria y problemas con la vivienda.

Esta semana la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA) presentó ante la justicia una acción de amparo por ley de fueros sindicales y el asunto ya fue analizado por la dirección de la central sindical PIT-CNT.

El peón González denunció en el marco de una audiencia laboral que Crosa los despidió luego de tomar conocimiento de que un grupo de asalariados de la zona mantuvo reuniones en el paraje Puntas de Maciel para discutir sobre condiciones de trabajo y la aplicación de la ley de ocho horas para los rurales.

A la salida de esa reunión Radio Mundo Real conversó con González, que relató la situación que le tocó atravesar a él y su familia por su vínculo laboral con Crosa.

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