«Entendemos la cultura no sólo como la forma de expresión de las relaciones y sentimientos humanos, sino también como un poderoso instrumento político», afirmaron los organizadores en la convocatoria al encuentro.

Durante las actividades programadas, la tarde de la primera jornada estuvo dedicada a profundizar el concepto de «cultura libre».

«Participó una diversidad de gente que incluso dentro de su propia concepción tampoco se relacionaba directamente con la cultura libre, porque falta información», señaló Marilina Winik, mediactivista de El Asunto, un emprendimiento editorial que en la Argentina difunde y distribuye material de producción independiente.

El objetivo a corto plazo de los movimientos es iniciar la creación de «un espacio autónomo para la discusión de una cultura contestataria». Proyectan llegar al «Fórum Internacional de Cultura Libre» en enero de 2011, invitando a todos aquellos que buscan la «emancipación» y la «libertad» a través de la producción cultural.

«Hay una cuestión [...] muy concreta en relación a cómo se están criminalizando determinados usos de la cultura que nosotros creemos que son los que generan más colectividad», explicó Winik. Y agregó: «Si yo comparto un texto, yo comparto la música, si compartimos lo que nosotros producimos, se genera más cultura».

Las organizaciones sociales resaltaron la necesidad de que en la producción cultural «todo el proceso de creación y difusión sea libre» para evitar que el control sobre los bienes culturales favorezca «la dominación de los pueblos y la concentración de poder».

«Si uno sólo se guía por los medios masivos o por cómo uno es tratado por estos medios, lo único que genera es pasividad y consumo; entonces, lo invertimos y decimos "no, consumo crítico, cultura libre"», agregó Winik.

En Argentina, activistas, comunidades y movimientos sociales pueden comunicarse con nuestros corresponsales a través del correo electrónico.

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