Las palabras de Reyes fueron expresadas en una reciente rueda de prensa en la cual el Frente y las organizaciones campesinas del Bajo Aguán responsabilizaron al régimen de Porfirio Lobo y de Juan Orlando Hernández, actual presidente del Congreso y precandidato presidencial por el conservador Partido Nacional, “de los permanentes asesinatos, atentados, desapariciones y demás violaciones a los derechos humanos contra campesinos organizados del Bajo Aguán”.

Asimismo, condenaron la política de militarización del territorio, el asedio permanente a las comunidades campesinas de parte de los cuerpos de seguridad privada de los terratenientes y productores palmeros de la zona, al tiempo que plantearon la urgente necesidad de instalar una mesa de diálogo integrada por los diferentes poderes del Estado y los movimientos campesinos.

Solamente en las últimas tres semanas fueron cuatro los campesinos asesinados por desconocidos y cinco los heridos, elevando a 52 los trabajadores rurales que han perdido la vida en menos de tres años a raíz de un conflicto agrario.

“En esta crisis agraria se refleja toda la crisis social y política que vive el país y no es hablando que se va a resolver”, indicó Reyes quien acusó directamente al terrateniente Miguel Facussé de financiar las fuerzas parapoliciales vinculadas a dichos crímenes. Para Reyes, de hecho en la zona del Bajo Aguán se vive una situación de “estado de excepción” debido a la grave presencia de fuerzas uniformadas en la zona.

Reyes es parte de la conducción del Frente de Resistencia y a su juicio la aprobación en 1992 de la Ley de Modernización y Desarrollo del Sector Agrícola, fue parte del modelo neoliberal implementado en Honduras, lo cual facilitó "la concentración de la tierra en pocas manos, la agudización del conflicto social y agrario, así como la profundización de la pobreza, la exclusión, la violencia y la represión”.

También consideró las instituciones del régimen como unos “instrumentos útiles y cómplices de los terratenientes”, y abogó por una movilización masiva del FNRP contra todos aquellos procesos “antipopulares y antinacionales que se están dando en Honduras”, dijo.

A todo esto el gobierno hondureño se plantea la aprobación de normas para el control de armas de fuego y explosivos con el objetivo de desarrollar un desarme general en el Valle del Aguán, lo cual incrementaría la presencia de uniformados en la zona y es rechazado por las organizaciones como el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA).

Escuchamos parte de lo que decía Carlos Reyes en la rueda de prensa realizada en Tegucigalpa recogido por Giorgio Trucchi de la Rel-UITA.