Un ejemplo claro de esto es lo que está sucediendo con la mina Marlin en Guatemala, administrada por la transnacional canadiense Goldcorp. Este 24 de abril, el Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4) emitió un comunicado para exigirle a la Godcorp que pague una fianza de 49 millones de dólares, una cifra que no tiene comparación con lo que ha planteado la empresa en su plan de cierre, que consiste en desembolsar aproximadamente un millón de dólares.

La minera, según el pronunciamiento de las organizaciones, no ha informado sobre sus planes de cierre a las comunidades afectadas, que han sufrido “graves e irreversibles consecuencias” en materia de salud.

“En su paso por nuestros territorios han dejado cuencas envenenadas, comunidades y familias divididas; provocado deforestación, pérdida de biodiversidad y de soberanía alimentaria de las regiones campesinas e indígenas”, resumen desde el M4.

La organización mesoamericana recuerda también que el 26 de abril se llevará a cabo la reunión de accionistas de la transnacional en Canadá, y aprovechan para enviarle un saludo a las organizaciones solidarias de ese país, que han denunciado los impactos que provoca la corporación en sus incursiones por América Latina.

“El M4 exhorta a los fondos de pensiones y a otros sectores económicos de Canadá a retirar sus inversiones de la empresa minera GoldCorp que depreda el medio ambiente, corrompe autoridades locales y genera una ola de violencia y violación sistemática a los derechos humanos en nuestros territorios”, puede leerse en el comunicado de las organizaciones centroamericanas.

Para continuar con esta línea de denuncia, el M4 estará en el próximo Tribunal Popular Internacional de Salud, en el que participarán afectados directos de la Goldcorp provenientes de Canadá, México, Guatemala y Honduras.