El Ministerio Público Federal (MPF) de Pará está acusando a Santa Bárbara por el desmonte ilegal de 51 mil hectáreas de floresta amazónica para la producción de ganado bovino, reveló hace unos días una investigación del medio Repórter Brasil.

Nueve estancias pertenecientes al grupo empresarial en suelo paraense ya fueron embargadas a raíz de acciones civiles públicas, recuerda ese medio. “En las regiones donde (Santa Bárbara) actúa hay una desforestación excesiva”, afirmó el procurador Daniel César Avelino, uno de los funcionarios que lleva adelante las investigaciones, en una entrevista con Repórter Brasil.

Los desmontes en la zona norte del Brasil han generado preocupación en autoridades de gobierno, que están intentando implementar medidas para que los frigoríficos y los supermercados se comprometan a no comprar carne de estancias que críen ganado en áreas donde había bosque nativo, como es el caso de las propiedades de Dantas.

Las acusaciones contra el multifacético empresario, que en julio de 2008 fue condenado a 10 años de prisión, no parecen tener límite. Esta semana los medios brasileños se hicieron eco de una denuncia reciente del MPF de São Paulo, que encontró responsable al banquero por lavado de dinero, fraude, evasión y otros diez delitos financieros.

En dicha investigación el órgano público paulista logró determinar cómo el grupo Opportunity, perteneciente a Dantas, participó en el esquema de corrupción de financiamiento de campañas electorales conocido como “mensalão”, que tomó estado público en 2005 y que configuró uno de los mayores escándalos políticos que debió afrontar el gobernante Partido de los Trabajadores (PT).

En abril de este año, los establecimientos rurales de Dantas ya habían sido noticia. En esa ocasión, pistoleros que trabajan en Santa Bárbara hirieron a nueve militantes del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), que habían participado en una movilización en El Dorado dos Carajás.

En esa misma localidad, pero en 1996, se registró la recordada masacre de 19 sin tierra, cuya memoria se homenajea cada 17 de abril con el Día Internacional de la Lucha Campesina. A pesar de todos estos esfuerzos de las organizaciones para detener la violencia en el campo, los ataques contra los trabajadores rurales continúan. El MST denunció esta semana que cinco asalariados fueron ejecutados y otro resultó herido en el Estado de Pernambuco, al nordeste del país.