Se declararon en oposición e hicieron énfasis en su rechazo al fracking el cual se proyecta peligrosamente en la zona, quienes saben y viven las consecuencias negativas de la industria petroquímica para la salud y la naturaleza, como en el caso de Papantla.

En el video adjunto puede verse la lectura de la declaración final, en un registro del colectivo de comunicadoras y comunicadores Hij@s de la Tierra.

Las comunidades de ese estado mexicano han sufrido 50 años de explotación petrolera que ha llenado de tubos y pozos todo el territorio, se han contaminado muchos ríos y manantiales con los derrames, flora y fauna se ha reducido en número o se extingue, crece el número de enfermedades relacionadas con la contaminación, como el cáncer, enfermedades de la piel, respiratorias y auditivas.

La región se ilumina con enormes torres que queman el gas que viene con la extracción de hidrocarburos. Las rupturas de tubos, las fugas de químicos y sus olores fétidos, han provocado desmayos y enfermedades entre la gente que vive al lado de los tubos, que se identifican tan solo por los tubos que se levantan en forma de árbol y que tienen tanques de químicos y suministros de energía. Se vive bajo una bomba de tiempo, comentan los pobladores participantes en el foro.

Este problema tiende a incrementarse con la reforma energética aprobada recientemente, que incluye la fractura hidráulica o fracking, que es un método más agresivo para la tierra y su entorno, que implica una alta demanda de agua que queda contaminada, multiplicando así los serios problemas ambientales y de salud que ya padece el país. En México se han proyectado más de 1000 pozos y de esos 500 en esta zona del Golfo Norte y se extienden por todo el norte fronterizo.

En la defensa del territorio, el agua y la vida las comunidades lo tienen claro y ha sido largo su camino: “nadie va a luchar por nosotros”, señalaron como parte de las conclusiones y proyecciones del encuentro.